Si no se puede tapar el Sol con un dedo...
¡¡¡Lo haré con mi pequeña nube!!!
Oh si, esta vez, queridos amigos, tomé entre mis dedos una pequeña nube y luego la desprendí del cielo para ponerla en mi boca y se disolvió en una dulce miel azul... Adivinaron! volví a comer mi algodón de azucar... pero esta vez, de una forma un poco extraña... pasó un señor con el típico "mástil" repleto de algodones de azucar por la playa!! y yo, pues ni tarda ni perezosa...
Luego observé el atardecer... Y escuché el silencio del mar