Encore Le Vent Sous Mes Ailes...
22/02/2006-19:45
Sé que no soy la primera ni la última persona en tener el gran deseo de compartir la experiencia de volar, y volar SOLA, por primera vez...
he estado caminando a lo largo del camino llamado "Mi Vida" alcanzando uno a uno aquellos sueños que elevan el espíritu y la inspiración cuando te encuentras mirando al horizonte y comienzas a divagar imaginando "...me encantaría..." y sin límite alguno, echas a andar la maquinaria que construye sueños siendo capaz de ir a cualquer parte y regresar, hacer cualquier cosa, estar con quien tú quieras, en fin...
Un día decidí experimentar qué pasaba si no ponía ningún pero (llámese, "realidad") a cualquier sueño que se me ocurriera, y para mi sorpresa, aprendí que, efectivamente, se cumplen. Así fue como un día soñé que de alguna manera estaba dentro de un avión, comandado por mí y zurcando los cielos con una inmensa felicidad...
Esta mañana llegó ese día.
Los medios, bueno, un par (o más) de años buscando la manera, un trabajo adorable (que nunca imaginé que lo fuera, simplemente me mantendría en el aire), las personas correctas, encontrar una escuela donde todo aquel involucrado con ella está enamorado y apasionado con la aviación y con enseñarla, de pronto estar en el salón de clases, de pronto exámenes, apuntes.... ¡llegó el primer dia que volé! Y hoy que miro atrás, todo ésto pasa en segundos por mi mente...
El instructor se bajó del pequeño Cessna C-172 con matrícula XB-MOM, me dió indicaciones y cerró la puerta alejándose...
Sólo estaba yo.
Me comuniqué por el radio con la torre de control quien me autorizó "rodar" hasta la cabecera de la pista, una vez que otro avión despegara. Al llegar le comuniqué que "El XB-MOM estaba listo al despegue" a lo cual respondió "Autorizado a despegar por la pista 20 con viento en calma".
Tomé los mandos con la mano izquierda, el acelerador con la derecha, respiré profundo y pensé "Está bajo mi control...puedo hacerlo" y aceleré a fondo, checando velocidad, presión y temperatura del aceite del motor, y alcanzando la velocidad de 70 Nudos, dije fuerte: "¡ROTACIÓN!" Jalé con mi mano izquierda y comenzó mi aventura...
Ese avión y yo estábamos en el aire, volando porque yo estaba ahí, nadie más. Entonces sentí como si fuera parte de él e hice todo lo previsto.
Era difícil tener todo bajo control a la vez que derrochar la emoción y desbordarme de alegría y mágia, era mi sueño y ahora lo estaba viviendo...
Una vez nivelado y con unas 2 millas por recorrer en línea recta, relajé la atención y me dediqué a disfrutar lo que pasaba a mi alrededor, observé la sensación de soledad en el viento, estar suspendida viajando a través del aire con unas alas prestadas, la entera responsabilidad de haberme puesto a mí misma en dicha condición, los ojos llenos de luz, que no sabes si la percibes o la emites, la boca sonriendo desde el alma y la cara empapada en lágrimas, el corazón latiendo fuerte y la respiración absorbiendo toda la vida que hubiese alrededor...
Es ahí donde comprendes que el amor y el deseo de volar, una vez logrado, se convierte en una pasión, encontrar el lugar al que perteneces, donde quieres permanecer el mayor tiempo posible y por lo cual sabes que estarás contento SIEMPRE; es mágia lo que sucede allá arriba...
El fenómeno de despegarse de la Tierra implica todo lo que tiene que ver con ella, el sólo hecho de voltear hacia afuera y ver en dónde te encuentras, es un alimento capaz de producir plenitud en un ser, y así no poder ocupar la mente en nada de lo que se encuentre allá abajo, porque, literalmente, no se puede hacer nada al respecto, hasta aterrizar.
Volví a comunicarme con la torre para informar que estaba en la aproximación final hacia la pista, y autorizó mi aterrizaje. Pensé "Bien, pude volarla, ahora puedo aterrizar esta cosa, estoy al mando". Y así llegué a la pista, cada vez más cerca hasta que la toqué, y regresé a donde había dejado al instructor, quien al subir de nuevo y preguntarme cómo me había sentido, me felicitó por esa primera vez... Yo le dije que sentía una emoción enorme y maravillosa, que tenía muchas ganas de llorar, entonces dijo "Ah! ¿quieres llorar?" y me llevó con el avión cerca de una ventana donde la gente dentro del aeropuerto puede ver hacia la plataforma y la pista, entonces ví tres hermosas figuras brincando y agitando los brazos, ¡Eran mis papás y mi hermana! Me llevé las manos a la cara, y de un grito, brotó mi llanto, de nuevo. Mi instructor me abrazó y me dijo "aquí están contigo, y te vieron volando sola".
Fue increíble.
Giramos hacia la pista una vez más y dimos otra vuelta, yo no podía dejar de sonreír y el instructor no podía dejar de compartir esa gran emoción, me dió un fuerte abrazo y despegamos.
Al terminar, bajamos del avión e inmediatamente se comunicó con otro instructor para contarle lo sucedido, él era quien me había estado enseñando casi todos los días, entonces vinieron las tradiciones, "Dale una patada de mi parte", dijo, y así recibí mi primer patada de la suerte.
Salimos a recoger mi plan de vuelo, el cual firmó el instructor, anotando "Primer Vuelo Sólo" con su nombre y me dijo que después me lo entregaría para poder conservarlo.
Salí corriendo a los brazos de mi familia, que me hicieron una lluvia de globos y estrellitas de colores, nos fundimos los cuatro en un abrazo de amor, y les escuchaba diciendo: "¡Ya volaste sóla!", "Tu sueño", "Como querías", "Te queremos mucho"...
Y todo era como estar flotando en una nube mágica, cuando de pronto, ¡sentí una lluvia helada! Era mi mamá echándome como un litro de agua en la cabeza, y yo completamente desprevenida, y así, empapada, como es costumbre también, nos tomamos algunas fotos, luego comimos juntos y se fueron...
Y heme aquí, hoy, en este momento, sintiendo que logré un paso más cerca de mis más grandes sueños. Mañana me espera el siguiente, preparar y realizar una ruta, que es el siguiente requisito para obtener mi licencia de piloto aviador... 5 horas en ruta.
Finalizo ésto, citando las palabras de un viejo amigo volador:
Sé que no soy la primera ni la última persona en tener el gran deseo de compartir la experiencia de volar, y volar SOLA, por primera vez...
he estado caminando a lo largo del camino llamado "Mi Vida" alcanzando uno a uno aquellos sueños que elevan el espíritu y la inspiración cuando te encuentras mirando al horizonte y comienzas a divagar imaginando "...me encantaría..." y sin límite alguno, echas a andar la maquinaria que construye sueños siendo capaz de ir a cualquer parte y regresar, hacer cualquier cosa, estar con quien tú quieras, en fin...
Un día decidí experimentar qué pasaba si no ponía ningún pero (llámese, "realidad") a cualquier sueño que se me ocurriera, y para mi sorpresa, aprendí que, efectivamente, se cumplen. Así fue como un día soñé que de alguna manera estaba dentro de un avión, comandado por mí y zurcando los cielos con una inmensa felicidad...
Esta mañana llegó ese día.
Los medios, bueno, un par (o más) de años buscando la manera, un trabajo adorable (que nunca imaginé que lo fuera, simplemente me mantendría en el aire), las personas correctas, encontrar una escuela donde todo aquel involucrado con ella está enamorado y apasionado con la aviación y con enseñarla, de pronto estar en el salón de clases, de pronto exámenes, apuntes.... ¡llegó el primer dia que volé! Y hoy que miro atrás, todo ésto pasa en segundos por mi mente...
El instructor se bajó del pequeño Cessna C-172 con matrícula XB-MOM, me dió indicaciones y cerró la puerta alejándose...
Sólo estaba yo.
Me comuniqué por el radio con la torre de control quien me autorizó "rodar" hasta la cabecera de la pista, una vez que otro avión despegara. Al llegar le comuniqué que "El XB-MOM estaba listo al despegue" a lo cual respondió "Autorizado a despegar por la pista 20 con viento en calma".
Tomé los mandos con la mano izquierda, el acelerador con la derecha, respiré profundo y pensé "Está bajo mi control...puedo hacerlo" y aceleré a fondo, checando velocidad, presión y temperatura del aceite del motor, y alcanzando la velocidad de 70 Nudos, dije fuerte: "¡ROTACIÓN!" Jalé con mi mano izquierda y comenzó mi aventura...
Ese avión y yo estábamos en el aire, volando porque yo estaba ahí, nadie más. Entonces sentí como si fuera parte de él e hice todo lo previsto.
Era difícil tener todo bajo control a la vez que derrochar la emoción y desbordarme de alegría y mágia, era mi sueño y ahora lo estaba viviendo...
Una vez nivelado y con unas 2 millas por recorrer en línea recta, relajé la atención y me dediqué a disfrutar lo que pasaba a mi alrededor, observé la sensación de soledad en el viento, estar suspendida viajando a través del aire con unas alas prestadas, la entera responsabilidad de haberme puesto a mí misma en dicha condición, los ojos llenos de luz, que no sabes si la percibes o la emites, la boca sonriendo desde el alma y la cara empapada en lágrimas, el corazón latiendo fuerte y la respiración absorbiendo toda la vida que hubiese alrededor...
Es ahí donde comprendes que el amor y el deseo de volar, una vez logrado, se convierte en una pasión, encontrar el lugar al que perteneces, donde quieres permanecer el mayor tiempo posible y por lo cual sabes que estarás contento SIEMPRE; es mágia lo que sucede allá arriba...
El fenómeno de despegarse de la Tierra implica todo lo que tiene que ver con ella, el sólo hecho de voltear hacia afuera y ver en dónde te encuentras, es un alimento capaz de producir plenitud en un ser, y así no poder ocupar la mente en nada de lo que se encuentre allá abajo, porque, literalmente, no se puede hacer nada al respecto, hasta aterrizar.
Volví a comunicarme con la torre para informar que estaba en la aproximación final hacia la pista, y autorizó mi aterrizaje. Pensé "Bien, pude volarla, ahora puedo aterrizar esta cosa, estoy al mando". Y así llegué a la pista, cada vez más cerca hasta que la toqué, y regresé a donde había dejado al instructor, quien al subir de nuevo y preguntarme cómo me había sentido, me felicitó por esa primera vez... Yo le dije que sentía una emoción enorme y maravillosa, que tenía muchas ganas de llorar, entonces dijo "Ah! ¿quieres llorar?" y me llevó con el avión cerca de una ventana donde la gente dentro del aeropuerto puede ver hacia la plataforma y la pista, entonces ví tres hermosas figuras brincando y agitando los brazos, ¡Eran mis papás y mi hermana! Me llevé las manos a la cara, y de un grito, brotó mi llanto, de nuevo. Mi instructor me abrazó y me dijo "aquí están contigo, y te vieron volando sola".
Fue increíble.
Giramos hacia la pista una vez más y dimos otra vuelta, yo no podía dejar de sonreír y el instructor no podía dejar de compartir esa gran emoción, me dió un fuerte abrazo y despegamos.
Al terminar, bajamos del avión e inmediatamente se comunicó con otro instructor para contarle lo sucedido, él era quien me había estado enseñando casi todos los días, entonces vinieron las tradiciones, "Dale una patada de mi parte", dijo, y así recibí mi primer patada de la suerte.
Salimos a recoger mi plan de vuelo, el cual firmó el instructor, anotando "Primer Vuelo Sólo" con su nombre y me dijo que después me lo entregaría para poder conservarlo.
Salí corriendo a los brazos de mi familia, que me hicieron una lluvia de globos y estrellitas de colores, nos fundimos los cuatro en un abrazo de amor, y les escuchaba diciendo: "¡Ya volaste sóla!", "Tu sueño", "Como querías", "Te queremos mucho"...
Y todo era como estar flotando en una nube mágica, cuando de pronto, ¡sentí una lluvia helada! Era mi mamá echándome como un litro de agua en la cabeza, y yo completamente desprevenida, y así, empapada, como es costumbre también, nos tomamos algunas fotos, luego comimos juntos y se fueron...
Y heme aquí, hoy, en este momento, sintiendo que logré un paso más cerca de mis más grandes sueños. Mañana me espera el siguiente, preparar y realizar una ruta, que es el siguiente requisito para obtener mi licencia de piloto aviador... 5 horas en ruta.
Finalizo ésto, citando las palabras de un viejo amigo volador:
"Por una vez que hayas probado el vuelo,
Caminarás por la tierra con tus ojos mirando hacia el cielo;
Porque ahí has estado,
Y es ahí donde ansías regresar..."
Leonardo da Vinci
2 Comments:
Hola, no se quien eres, pero se que envidio tu pasion por la aviacion, yo tambien amo la aeronautica, y uno de mis grandes sueños es ser piloto y tener la misma experiencia que tu, tal vez se suene raro, pero te puedo decir que vivi tanto tu ralato que senti ganas de llorar igual que tu al momento de estar en tierra otra vez, y sabes, pues si rodaron unas lagrimas. Felicidades por tan imporante experiencia, y espero verte algun dia en el aire.
Felicidades camarada!! Te ves bien wuapota de Capitan
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